Empatía, clave contra el racismo y llave hacia la integración
El racismo y la inmigración desgraciadamente siempre ha estado unidos, pero ¿qué pasaría si las
sociedades de las naciones, estados fueran más empáticas y altruistas?
Siempre se ha mirado al extranjero con desconfianza. En España también pasa, y sobre todo en la actualidad: en los últimos años nos hemos convertido en un país receptor de inmigrantes. Este fenómeno se ha producido en muy pocos años. La consecuencia es que alguna personas obervan a los extranjeros con cierto temor, y no tenemos claro cómo integrarlos, hasta dónde respetar su cultura, cómo hacerles partícipes de la obligaciones y los derechos que todos tenemos, porque somos ciudadanos de esta país y miembros de la Unión Europea.
Muchas veces los extranjeros perciben que no tienen los mismos derechos que un nacional, aunque hoy no pueda hablarse de extranjero en un sentido único: no tratamos de igual manera al jeque árabe que posee una mansión en Marbella, o al jubilado inglés o aleman que ha venido a vivir a España, que al africano que llega en una patera y no tiene nada. Es la extranjería asociada a la pobreza la que se rechaza. Por eso, son necesarias leyes de extranjerías que les protejan, que intenten acercarlos e integrarlos en la sociedad en la que viven.
Pero, además, las naciones tienen que restringir de alguna manera la entrada de inmigrantes, porque de lo contrario se producirían graves problemas, ya que la economía de un país no puede soportar una inmigración masiva y descontrolada. Nadie emigra de su casa por gusto, sino para sobrevivir. Y estamos obligados a ayudar a esas personas en la medida de nuestras posibilidades. La actual ley de extranjería lleva por título “Derechos y libertades de los extranjeros y su integración social”, con lo que nos está mostrando su finalidad: concederles derechos y libertades e integrarlos socialmente, no aislarlos en guetos.
Pero, siendo muy importante, la ley no basta para su integración; hace falta que la sociedad no los tema, ni los desprecie, sino que los acepte. Hasta hace muy poco, en España mucha gente tenía que emigrar. En la actualidad, los inmigrantes llegan a nuestro país, nos ayudan en los trabajos más duros, en aquellos que nosotros no queremos hacer, pagan sus impuestos, que necesitamos para que nuestra sociedad, cada vez más envejecida, pueda gozar de pensiones.
Por último, tenemos que reclamar a los gobiernos que busquen soluciones inteligentes, eficaces y justas, para hacer compatible la defensa de los derechos fundamentales de todos, de los naturales de país y de los inmigrantes: admitir a todos lo inmigrantes a los que podamos dar trabajo, reducir las barreras al comercio impuestas a algunos países en desarrollo, invertir en ellos, resolver el problema de la deuda que les está ahogando económicamente, ayudar a mejorar su sistema educativo y colaborar al establecimiento de la democracia en sus países son propuestas que contribuyen a solucionar el problema.
Noticia extreta:
http://www.canalsolidario.org/noticia/empatia-clave-contra-el-racismo-y-llave-hacia-la-integracion/23819
He volgut compartir aquesta noticia, pel fet de que planteja un tema que també hem debati’t dins de l’aula, i em sembla molt interessant d’exposar.
És impactant el fet de que la majoria de les persones es mostren racistes amb aquell tipus d’estranger que arriba al nostre país sense diners, d´avegades de forma il·legal i per intentar sobreviure. En canvi, som les persones més idíl·liques i empàtiques del món amb aquells estrangers tals com jaques Àrabs, ciutadans Alemanys, Suecs, Danesos...Aquest tipus d’immigració no presenta un rebuig per part nostre.
A partir d’aquest fet, veritable, podem plantejar-nos que sincerament el nostre problema té a veure amb el classisme i no amb el racisme, en moltes ocasions. No oblidem que aquest mateix rebuig també apareix amb persones del mateix país però que tenen una classe social inferior, el drogadicte que volta pel barri, la dona de la neteja d’una gran empresa executiva...El nostre problema rau en el classisme, i una de les claus per superar aquesta problemàtica és a través de la empatia, tal i com diu el text. Hem de ser capaços de posar-nos en el lloc de l’altre i entendre la seva situació, tractar a les persones com a persones i no etiquetar-la dins del context en els que es troben.